Tras ocho años sin encuentros, este lunes los líderes de los estados miembros que integran la Unión Europea y la CELAC (la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) volvieron a encontrarse en la ciudad de Bruselas con el objetivo de profundizar el vínculo entre ambos lados del Atlántico.
El presidente Luis Lacalle Pou asistió a la cumbre junto al canciller Francisco Bustillo y la ministra de Economía, Azucena Arbeleche. En el primer día de reuniones, el mandatario mantuvo un encuentro con Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, y luego con el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ilan Goldfajn. Hoy está previsto que Lacalle Pou se reúna con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
La primera novedad que surgió tras el primer día de cumbre fue el compromiso alcanzado por los cancilleres del Mercosur y de la UE con el que «reafirmaron su determinación de trabajar para la conclusión del acuerdo entre la UE y el Mercosur a fines de 2023». El organismo europeo espera por una respuesta del bloque sudamericano, luego de que el pasado mes de marzo envió una carta solicitando establecer requisitos más estrictos de respeto al medio ambiente. El presidente Luis Ignacio “Lula” Da Silva y su gobierno están trabajando en esa respuesta, que aún no fue compartida con sus socios del bloque.
El otro punto clave de la cumbre Celac-UE es el programa denominado por los europeos como “Global Gateway”, con el cual buscan facilitar las inversiones en América Latina y el Caribe. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, anunció ayer una inversión de 45.000 millones de euros (50.560 millones de dólares), una estrategia para contrarrestar el peso de la expansión de China por el continente.
Escuchá el análisis de Ignacio Bartesaghi, doctor en Relaciones Internacionales y director del Instituto de Negocios Internacionales en Universidad Católica del Uruguay: