Desde C-Level entrevistamos a Sabrina Sauksteliskis, Directora Ejecutiva de Uruguay Innovation Hub (UIH), quien nos compartió lo que se está haciendo en el UIH y su visión a largo plazo, los desafíos que enfrentan y las oportunidades que ven para el crecimiento de las empresas uruguayas en el mercado global.
También nos comentó sobre el nuevo programa de co-inversión Matching Funds, una herramienta que implica que el UIH co-invierte con organizaciones de capital emprendedor e inversores ángeles en startups de base tecnológica o científico-tecnológicas en etapas tempranas.
Te invitamos a leer la entrevista completa y descubrir más sobre cómo el UIH trabaja para que la semilla de la innovación siga creciendo en nuestro país.
¿Cuál es la visión a largo plazo de Uruguay Innovation Hub en términos de impulsar la innovación y el emprendimiento en el país?
Partimos de una base muy sólida, de instituciones educativas y de investigación, agencias de gobierno, cámaras empresariales, startups, que ya vienen desarrollando hace tiempo iniciativas y que han logrado posicionar a Uruguay donde estamos hoy. Somos reconocidos por nuestro ecosistema tecnológico, al punto que contamos con 3 unicornios y empresas de software que exportan un 4% del PIB, principalmente a Estados Unidos y UK. Hemos logrado atraer al país a fundadores, inversores y también centros de innovación de empresas multinacionales.
La visión del programa es proyectar este posicionamiento a más, en tres verticales: tecnologías profundas, biotecnología y tecnologías verdes. Buscamos que nuestro país sea más conocido en otros mercados.
Pero no nos quedamos ahí. Tenemos un gran talento nacional y, dado que somos un país pequeño, estamos acostumbrados a pensar globalmente. Tenemos que mirar al futuro, y en ese futuro, el conocimiento es clave.
Otros países con características similares a las nuestras han demostrado que es posible ser generadores y exportadores de conocimiento, y eso no solo mejora la vida de los uruguayos, sino que también tiene un impacto global.
Lo que queremos es que la semilla de la innovación siga creciendo en nuestra sociedad. Queremos fomentar que surjan más emprendimientos escalables que puedan resolver grandes desafíos mundiales, que generen trabajos de alto valor agregado y que posicionen a Uruguay como el lugar en la región donde se prueban ideas y soluciones para luego escalarlas. Pero también queremos que la innovación penetre en las industrias que podemos llamar “más tradicionales” de Uruguay. La innovación no como fin en sí mismo, sino como un medio para lograr eficiencias, bajar costos o llegar más pronto al mercado. En muchos sectores esto ya está pasando, pero estamos convenidos de que se puede trabajar para dar un nuevo salto en este sentido.
¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta el ecosistema de innovación en Uruguay?
Podría responderte esta pregunta en tres dimensiones.
Por un lado hay un desafío regulatorio, tanto del país como internamente. Un ejemplo es la entrada de Uruguay al Tratado de Cooperación en Materia de Patentes (PCT), que representa una gran oportunidad si se concreta, pero un inconveniente si no. Este tratado ofrece una vía más eficiente para proteger las innovaciones en el país, lo que puede motivar a las empresas y a los individuos en Uruguay a invertir más en investigación y desarrollo. Saber que sus descubrimientos están protegidos a nivel internacional puede ser el incentivo necesario para aumentar la inversión en actividades innovadoras. Internamente estamos trabajando en identificar “dolores” o regulaciones que muchas veces trancan a los emprendedores en su camino, que enlentecen procesos, duplican permisos, o generan sobre costos, que no van en la línea de usar a Uruguay como un “laboratorio” de pruebas.
Después hay otras oportunidades que tenemos como país y en los que estamos trabajando en conjunto con Uruguay XXI, que está viene haciendo un gran trabajo mostrando a Uruguay en el mundo. Uruguay precisa salir más hacia afuera, mostrar lo que somos, abrir nuevos mercados. El punto en el que estamos ahora está bien, pero precisamos ir a más, conectarnos con más fondos de inversión y que vengan a ver lo que se hace aquí, que inviertan en nuestras empresas. Que otras companías multinacionales decidan instalar sus centros de innovación aquí, aprovechando el talento y las condiciones que el país ofrece
Por último está el tema talento. Es importante seguir generando capacidades aquí, motivar a que chicos desde la edad escolar se interesen por la temática y luego se vuelquen a carreras STEM. Ceibal está haciendo un gran trabajo, que traerá sus frutos. Pero falta más gente. No es algo que ocurra únicamente en Uruguay. Es un fenómeno mundial, pero es un desafío que hay que atender. El sueño sería también lograr vincularnos más con los uruguayos que están afuera, que están en lugares estratégicos en el mundo. Si pudieramos ver la forma de tender puentes, que ayuden a emprendedores uruguayos a abrirles posibilidades de mercado afuera y de alguna manera acompañarlos en ese camino, sería algo interesante.
¿Qué oportunidades específicas ve el Uruguay Innovation Hub para el crecimiento y la expansión de las empresas uruguayas en el mercado global?
Bueno, a nosotros en el Uruguay Innovation Hub nos en gusta decir que trabajamos en cuatro líneas: testear, acelerar, financiar y articular.
En cuanto a la línea de testear, nos alineamos con el claim de la CUTI (Test Uruguay – esto es, utilizar a Uruguay como un mercado de testeo, de pruebas de concepto escalables), pero va más allá de un eslogan. Creemos que Uruguay realmente puede ser un banco de pruebas para crear ideas innovadoras. Desde el UIH, trabajamos fuertemente en atraer laboratorios de innovación abierta que estén abiertos al ecosistema, donde se pueda probar tecnologías y generar prototipos e ideas de manera colaborativa, entre todos los players del ecosistema. Hemos trabajado para atraer laboratorios que permiten a los emprendedores probar y desarrollar pruebas de concepto utilizando tecnologías avanzadas en entornos controlados. Ejemplos de estos laboratorios incluyen el Antel ODL, una plataforma para testear y prototipar con tecnología 5G; el Microsoft Co-Innovation Lab, que facilita el acceso a herramientas y recursos de inteligencia artificial (AI); y Newlab, una plataforma de innovación abierta que conecta grandes compañías con startups para encontrar soluciones a desafíos específicos.
Si volvemos a los términos que hablamos, estaba también el de acelerar. Desde Uruguay Innovation Hub se lanzó un programa de aceleración, en el que mediante llamado internacional se convocó a aceleradoras del mundo a presentarse para instalarse en Uruguay, junto con un fondo de inversión que los acompañara, para acelerar emprendimientos de base tecnológica e invertir en alguno de ellos. Desde el programa se les da un apoyo para su funcionamiento y vamos a co-invertir en estos emprendimientos. La aceleradora seleccionada surge producto de un consorcio entre OurCrowd, una reconocida aceleradora internacional, Manatech de Miami, unto con el Centro de Innovación y Emprendimientos de la Universidad ORT y la incubadora Ingenio del Latu.
En el ámbito de la biotecnología, el Uruguay Innovation Hub lanzó un programa de Company Builder, también tras un llamado abierto. A través de este instrumento, buscamos crear un entorno propicio para el surgimiento de nuevos emprendimientos biotecnológicos en Uruguay. Esta iniciativa facilita el desarrollo de nuevas empresas en un sector altamente innovador y en crecimiento y en el que, como país, tenemos muchas oportunidades. En este caso el consorcio ganador fue el de ATGEN y Gridex. En este caso desde el programa se apoyará su funcionamiento y se co-invertirá en emprendimientos de biotecnología.
Pero las startups también necesitan dinero en ciertas etapas para poder escalar y acceder a nuevos mercados. Hoy en Uruguay la ANDE y la ANII ya ayudan, desde la política pública con herramientas de financiamiento para las primeras etapas, de validación de ideas y capital semilla. Pero para etapas más avanzadas de las startups, nosotros lanzamos una herramienta de coinversión, que permite al Uruguay Innovation Hub invertir conjuntamente con organizaciones de capital emprendedor e inversores ángeles en startups tecnológicas y científico-tecnológicas uruguayas, o de la región que tengan a Uruguay en su plan de expansión e internacionalización (no como mercado final, sino desde Uruguay al mundo). Este esquema busca atraer inversión y talento a Uruguay, impulsando así el ecosistema emprendedor local.
Por último, está el hecho de la conexión, la articulación. Esto es clave para innovar. La innovación requiere que diversos conocimientos se unan y trabajen en conjunto para encontrar soluciones. Hay que conectar a la academia con el sistema productivo, a inversores con emprendedores, al sector público y el privado… y así con todo. En este sentido, estamos trabajando fuertemente para acercar las partes. Para esto, por ejemplo, estamos inaugurando en los próximos días un campus de innovación en el Parque de Innovación del LATU. Este campus será un espacio de encuentro, de actividades de networking, abierto al ecosistema. Con la instalación de laboratorios abiertos, espacios de coworking y softlanding para startups y las oficinas del propio programa UIH, la aceleradora y el company builder, el campus proporcionará el entorno ideal para que las empresas uruguayas puedan conectar entre sí y con el mundo.
¿Qué consejo le darías a los emprendedores y empresas que desean involucrarse con Uruguay Innovation Hub y aprovechar sus recursos y oportunidades?
Mi consejo sería simple: acérquense a conversar. Esto aplica tanto para empresas y startups locales como para aquellas extranjeras interesadas en venir a Uruguay.
En Uruguay, hay un gran potencial para la innovación, pero a veces no sabemos por dónde empezar. Es ahí donde entra en juego el rol del UIH como articulador. Tenemos una serie de instrumentos, como mencioné antes, pero también somos parte de un ecosistema más amplio donde conocemos y nos relacionamos con diversas organizaciones y personas.
Siempre hay oportunidades para conectar, articular y encontrar soluciones en conjunto.
Por lo tanto, mi consejo es ese: acérquense.
¿Nos podés contar un poco sobre el objetivo principal del programa de co-inversión Matching Funds?
El programa persigue dos objetivos principales. Por un lado, apalancar desde lo público la inversión privada de fondos de capital de riesgo e inversores ángeles en startups locales o del exterior que tengan a Uruguay en sus planes de internacionalización. Por otro lado, es una herramienta para que startups uruguayas salgan a buscar inversión y tengan consigo esta herramienta como impuso para atraer inversores privados que acompañen la inversión. En todos los casos, desde el Programa se evaluará a los inversores, sus antecedentes, sus casos de éxito. Esta evaluación será realizada por un comité ténico externo al Programa, que indicará si el inversor es apto. Si lo es, desde el Programa se acompañará las inversiones que realicen en las startups que presenten, siempre que éstas pertenezcan a una de las tres verticales impulsadas por el programa y que cumplan con ciertos requisitos.
¿Qué incentivos se ofrecen a los inversores privados para participar en este programa de co-inversión?
Bueno, tenemos una serie de incentivos para atraer a inversores privados al programa. En primer lugar, igualamos la inversión que hacen en una startup y de esta forma bajan sus riesgos. Esto significa que apalancamos la inversión privada facilitando a la startup acceso a capital para crecer más rápido. Como programa, además, avalamos la experiencia de los inversores que integran el registro para acompañar oportunidades de inversión.
Otro incentivo importante es la opción de compra que ofrecemos a los co-inversores. Les damos el derecho de opción de compra de las acciones a un precio bonificado. Además, les otorgamos un derecho de compra preferente en caso de que decidan no ejercer la opción de compra inicial.
Otro beneficio es que les facilitamos el acceso a dealflow. Esto significa que publicamos en el sitio web del Uruguay Innovation Hub, previa autorización de ambas partes, que los inversores forman parte de nuestra lista de inversores preaprobados. Esto les brinda acceso a más oportunidades de inversión al aumentar su visibilidad y credibilidad en el ecosistema emprendedor.
¿Cómo se seleccionan las startups que son elegibles para recibir co-inversión a través de este programa?
Desde el Programa no evaluamos a las startups. Entendemos que si un inversor privado está dispuesto a invertir su dinero en una startup, ya ha evaluado minuciosamente el potencial del proyecto y está dispuesto a comprometerse. En ese sentido, nosotros acompañamos esa decisión y facilitamos el proceso. Por ese motivo el foco está puesto en evaluar al inversor.
Sin embargo, sí es importante que las startups cumplan con ciertos requisitos para ser elegibles. Por ejemplo, deben estar en las verticales prioritarias identificadas por el programa Uruguay Innovation Hub. Además, buscamos que las startups seleccionadas incluyan a Uruguay como parte de su estrategia de crecimiento, lo que llamamos la Condición Uruguay. Esto asegura que la inversión tenga un impacto significativo en el ecosistema emprendedor local y en el desarrollo económico del país.
¿Cuál es el rango de inversión que el UIH está dispuesto a proporcionar a las startups seleccionadas?
Todas las condiciones del dinero que pone el programa están en las bases del instrumento a las que se pueden acceder por la web, pero a forma de titular y sin ahondar en detalles, el programa va a invertir montos de entre 75.000 a 500.000 USD por startup. Esto, obviamente, en un sistema de hasta 1 a 1 con los privados. Por lo tanto, si nosotros ponemos, por ejemplo, 500.000 y el privado el otro 500.000, la startup recibe 1 millón.
¿Qué ventajas ofrece este programa a las startups en comparación con otras formas de financiamiento disponibles?
Se trata de un programa diferente a lo que se venía haciendo desde el sector público y complementa lo que ya se estaba haciendo fundamentalmente desde la ANDE o la ANII. Diferente porque apunta a etapas más tardías del proceso de levantamiento de capital donde al día de hoy muchos de nuestros founders accedían al capital privado a través de ángeles o en fondos fuera del país.
Este tipo de instrumentos apunta a lo que se llama el “valle de la muerte”, que es una fase crítica en el ciclo de vida de una startup. Durante este valle, los emprendimientos a menudo enfrentan desafíos significativos, como la falta de capital, la validación del producto o servicio en el mercado, la adquisición de clientes y el desarrollo de un modelo de negocio sostenible. Muchas startups fracasan durante esta etapa debido a la falta de recursos financieros, estratégicos o de ejecución. Ahí es donde entra el programa con el instrumento de los matching funds, pero también con el programa de aceleración y otros instrumentos, en apoyar a las startups en esa etapa tan particular de su crecimiento.
¿Cómo se espera que este programa contribuya al desarrollo y crecimiento económico de Uruguay a largo plazo?
Este programa es solo una pieza del rompecabezas en el camino hacia el desarrollo económico basado en el conocimiento. Apostar por la economía del conocimiento puede tener un impacto significativo en el crecimiento y desarrollo de Uruguay a largo plazo. Muchos países ya han tomado este camino y han cosechado resultados prometedores.
Sin embargo, es importante destacar que el Uruguay Innovation Hub no puede hacerlo solo. La colaboración y el trabajo conjunto de todo el ecosistema de emprendimiento e innovación son cruciales. Trabajamos en estrecha colaboración con instituciones como la ANII, Uruguay XXI, el LATU y varios ministerios, como el MIEM, el MEF, el MEC, el MGAP y la OPP. También contamos con la participación activa de universidades, institutos de investigación, incubadoras, empresas, inversionistas, cámaras empresariales, agrupaciones como Endeavor y los fundadores de startups uruguayas, entre otros. Nuestro ecosistema es muy grande y muchísimos actores trabajando codo a codo en soluciones innovadoras.
Uruguay se beneficia de su tamaño reducido en este sentido. Todos nos conocemos y todos colaboramos, lo que nos brinda la oportunidad única de convertirnos en un hub de innovación reconocido a nivel internacional. Tenemos grandes expectativas de que, trabajando juntos, podamos posicionarnos como un caso de éxito en la economía del conocimiento.