Este hito arquitectónico confirma al país como un referente de construcción en madera a pequeña y gran escala.
En un año se inaugurará en Uruguay el edificio de madera más alto de Latinoamérica, con una altura de siete pisos y un sistema de construcción que promueve la eficiencia energética y la rapidez en su edificación. Este hito arquitectónico confirma a Uruguay como un referente de construcción en madera a pequeña y gran escala.
Detrás de esta obra de ingeniería está la empresa Arboreal, de un inversor estadounidense y otro uruguayo, que decidieron en 2021 participar en el innovador negocio del Mass Timber (construcción en madera maciza) con la compra de un aserradero uruguayo ubicado en Tacuarembó. En 2023 Arboreal obtuvo una certificación que asegura que su madera estructural producida en el aserradero cumple con las normas europeas.
El inversor estadounidense Mark Crandall y el uruguayo Matías Abergo, presidente de Arboreal y CEO de Enkel Group especializado en la construcción Mass Timber, compraron por más de US$ 25 millones el aserradero Frutifor Lumber Company, luego invirtieron cerca de US$ 12 millones en la instalación de plantas de secado y de clasificación automática de tablas de madera, y otros USD 22 millones en una nueva planta de CLT. La inversión total del proyecto llegó a casi US$ 60 millones.
Esta inversión, que se sumó a la transformación de la matriz productiva de la madera en Uruguay y lo ubicó en el mercado mundial de CLT (Madera Laminada Cruzada, por sus siglas en inglés) aumentó la capacidad de secado del aserradero, duplicando la producción y por tanto también las exportaciones de insumos de madera para la construcción.
Ahora, en conjunto con Dovat Arquitectos, Arboreal y Enkel Group, liderados por Abergo, se encuentran en pleno trabajo de construcción del edificio en madera con más niveles de Latinoamérica, con 24 apartamentos de uno, dos y tres dormitorios.
La edificación estará emplazada en el departamento de Durazno y es uno entre más de 40 proyectos edilicios en Mass Timber que esperan en puerta para realizarse en Uruguay entre 2024 y 2025, según explicó Abergo a Uruguay XXI. Además, el grupo tiene otros productos de ingeniería en madera vendidos a Estados Unidos, Brasil y Canadá.
Los beneficios de Mass Timber
El sistema de procesamiento de madera, llamado en su globalidad Mass Timber, permite construir en madera edificios en altura, casas, complejos habitacionales, centros deportivos, instituciones médicas, escuelas y otros proyectos. De esta manera, inversiones como la de Arboreal contribuyen a la generación de valor agregado de los recursos forestales de Uruguay, dinamizando la zona norte del país y promoviendo el desarrollo de la construcción de viviendas medioambientalmente sustentables.
Las paredes de construcciones Mass Timber permiten que sean hechas con un panel único de madera de hasta unos 30 centímetros de espesor, lo que supone varias ventajas según Abergo. La primera está relacionada con la descarbonización de la construcción (responsable del 40% de la emisión de CO2 según estudios). Pero, además, la madera tiene un comportamiento superior en cuanto a aislación térmica con respecto al hormigón y al acero y funciona como reguladora natural de la humedad. Por último, las construcciones en madera se usan cada vez más para impulsar la calidad de vida a través de la conexión con la naturaleza y el uso de elementos naturales como la madera.
Por último, el sistema estilo “encastre” permite beneficios también en los tiempos de ejecución. Este sistema incluye robots cortadores de última generación, que funcionan con alta precisión para que, luego de trasladadas las piezas desde la planta hasta el lugar de la obra, se puedan ensamblar rápidamente. Con la misma cantidad de personas y tiempo del sistema tradicional de construcción se puede hacer un edificio del doble de tamaño.
Se estima que el período de obra del edificio en el departamento de Durazno sea de 290 días y finalice en octubre de 2024.
El sector forestal ha sido uno de los más dinámicos de la economía uruguaya en las últimas décadas. Desde la Ley Forestal (1987) a la actualidad, las plantaciones y la extracción de madera se multiplicaron por cinco, sentando las bases para la instalación de importantes inversiones en la industria del aserrado y la celulosa, que ahora ve en la industria de la construcción una importante oportunidad.