El economista Javier de Haedo analizó en Informativo Carve la evolución de la economía uruguaya y afirmó que el año 2022 tiene la particularidad de que admite dos lecturas distintas y complementarias ya que, pese a los datos positivos que se observan en el promedio anual, el final de año “muestra malos números”.
De Haedo explicó que “si se ven los números punta a punta del año”, la economía uruguaya no creció 5% sino en torno al 2%, mientras que cayeron las exportaciones, la actividad industrial, la recaudación de impuestos, el empleo, entre otros indicadores. En ese sentido, aseguró que es más relevante lo que está pasando ahora que lo pasó en el promedio anual.
El economista señaló que la inflación se aceleró hasta setiembre del año pasado y luego comenzó un proceso de desaceleración que continuará en estos meses llegando a 6% en febrero y marzo, lo que consideró que no responde a la política monetaria que se está aplicando.
El exsubsecretario de Economía afirmó que espera que el directorio del Banco Central vuelva a tener la «sensatez» que tuvo “para no llevarle el apunte por completo a los servicios técnicos” anteriormente y baje las tasas de política monetaria entre un cuarto y medio punto la semana que viene.
“Lo que uno le puede criticar a este gobierno es lo mismo que se le puede criticar a los anteriores, es que hay más objetivos que instrumentos en la política económica”, aseguró de Haedo.
El economista afirmó que hay un retraso cambiario notorio, que el propio Banco Central reconoce y que está influyendo en enfriar la economía. Agregó que se da justo cuando bajan los precios de exportación, lo que “es una cosa totalmente absurda”.
Respecto a la situación del empleo, de Haedo señaló que la recuperación no se dio en 2022 sino en 2021 y aseguró que hay 40 mil puestos más que al inicio del gobierno, superando la cantidad de ocupados que había antes de la pandemia y recuperando más de la mitad de los empleos perdidos en la segunda administración de Tabaré Vázquez.
Finalmente, el economista consideró que la política de ajuste del precio de los combustibles es más transparente pero sigue siendo discrecional. Señaló que se debieron aumentar en febrero y que mantenerlos fue una decisión política que no estuvo bien porque si se incumple una regla se pueden incumplir otras.
Escuchá la entrevista completa con el economista Javier de Haedo.