El gobierno uruguayo puso sobre la mesa sus prioridades macroeconómicas ante la comunidad financiera local, en una instancia que replicó el espíritu de las recientes reuniones de primavera del FMI y el Banco Mundial. En el encuentro participaron el ministro de Economía, Gabriel Oddone; el presidente del Banco Central, Guillermo Tolosa; y el director de la Unidad de Gestión de Deuda, Herman Kamil, quienes compartieron una visión clara: la estabilidad macroeconómica seguirá siendo la base para impulsar inversión y credibilidad.
Oddone reafirmó que el ancla será una gestión fiscal responsable, con foco en estabilidad y convergencia a un nivel de deuda prudente. La apuesta del gobierno está en atraer mayor inversión privada como motor de crecimiento y cohesión social. En paralelo, se seguirá perfeccionando la regla fiscal como herramienta clave para sostener la confianza de los mercados y organismos internacionales.
Desde la Unidad de Gestión de Deuda, Kamil detalló la estrategia de financiamiento soberano para 2025, que incluye mayor profundización de los mercados en moneda local, equilibrio entre emisiones en monedas locales y extranjeras, diversificación de inversores y desarrollo del mercado secundario. Todo, con una mirada puesta en reducir el riesgo de refinanciamiento y mejorar la sostenibilidad de la deuda.
Por su parte, Guillermo Tolosa puso el foco en la política monetaria, con el objetivo firme de consolidar una inflación baja y estable, en línea con la meta del 4,5%. Subrayó que lograr un entorno predecible de precios es fundamental para proteger el poder adquisitivo, promover el crédito en moneda local y reforzar la credibilidad del país.
Sin embargo, reconoció desafíos estructurales como el sesgo persistente en las expectativas de inflación, la alta dolarización del sistema financiero y el escaso crédito interno en moneda nacional. Para ello, el BCU avanza en fortalecer su régimen de metas de inflación, apostando por mayor transparencia, comunicación efectiva y coordinación macroeconómica.
La jornada dejó un mensaje claro para inversores y actores financieros: Uruguay mantendrá una estrategia económica prudente, orientada al crecimiento sostenible, con instituciones técnicas alineadas en la tarea de garantizar estabilidad, solvencia y previsibilidad.
Fuente: Ministerio de Economía y Finanzas